tag:blogger.com,1999:blog-61142533522665600692024-03-13T10:51:14.142+01:00Palabras en DanzaCreación literaria en cualquier formato y otras pasionesCarmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.comBlogger67125tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-57691194345488045872022-06-10T11:05:00.000+02:002022-06-10T11:05:01.274+02:00<p style="text-align: center;">Desplegaremos las alas</p><p style="text-align: center;">y el barco zarpará,</p><p style="text-align: center;">indomable, certero,</p><p style="text-align: center;">por rumbos que no son</p><p style="text-align: center;">de ningún mapa.</p><p style="text-align: center;">Y, cuando el mar se nos agote,</p><p style="text-align: center;">fraguaré una brújula de oro</p><p style="text-align: center;">que apunte siempre hacia mi Dios,</p><p style="text-align: center;">cabalgaré en vientos que aún no existen,</p><p style="text-align: center;">miraré los mundos que aún no son.</p>Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-17610951745666413142022-06-01T10:26:00.004+02:002022-06-01T10:26:38.067+02:00A día de hoy<p>Estoy cursando la XIII edición del Máster de Narrativa en la <a href="https://escueladeescritores.com/">Escuela de Escritores</a>.</p><p>Un sueño hecho realidad.</p><p>Una estructura para dar forma a tantas palabras retenidas que se apelotonaban en la casilla de salida. </p><p>Las migas de pan que otros me señalan para que pueda encontrar un tesoro propio.</p><p>Mis compañeros, siempre dispuestos a alentarnos unos a otros, cada uno con sus manías, cada una con su mirada, cada cual con sus inquietudes y perversiones.</p><p>Este blog se está remodelando.</p><p>En breve mostrará una nueva cara y nuevos modos de mezclar palabras.</p>Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-10841132680305710742012-04-16T01:35:00.000+02:002012-04-16T01:35:00.397+02:00Svetta Moshtar (4)Lo más llamativo de Bruno es la combinación de altura y delgadez extremas. Visto desde la perspectiva de una niña de un metro veinte, viene a ser algo así como un gigante enjuto ataviado con unos largos pantalones a cuadros, anchos y rotos, y una camisa descolorida que, no importa la talla, siempre le quedará grande.<br />
<br />
Ante la mirada mitad ausente y mitad rabiosa de la niña, Bruno se preguntó si quizás había cambiado tanto; si la barba de varias semanas o el pelo largo impedirían reconocerlo; si el polvo gris de las ciudades bombardeadas se habría incrustado tanto en las arrugas de la cara y las uñas como para haberlo convertido en otro rostro.<br />
<br />
La niña, de hecho, no lo reconoció. La luz del sol, que se levantaba justo por detrás del recién llegado, le impedía ver algo más que una sombra larga y arrugada sosteniendo una bicicleta entre las manos. Si Bruno hubiera tenido el tamaño de una persona común, lo hubiera increpado con desprecio, pero la extravagancia de la silueta le provocó un estupor más grande que el enojo que sentía y acabó observando la quietud de su nuevo acompañante con un silencio boquiabierto rebosante de curiosidad.<br />
<br />
Finalmente, él la preguntó:<br />
<br />
— Tú eres Svetta, ¿verdad?<br />
— ...<br />
— Soy Bruno, el panadero.<br />
— ...<br />
— El que vende pan... Tu madre siempre compra un rosco de centeño y una hogaza de pasas y nueces los domingos.<br />
— ¿Has visto a mi madre?<br />
— La última vez fue antes de que comenzaran los bombardeos.<br />
— Ah.<br />
— ¿No sabes dónde están?<br />
— No.<br />
<br />
Bruno se acuclilló al lado de la niña, posó una mano sobre su hombro y, en un susurro, dijo: «Los encontraremos».<br />
<br />
Svetta lo miró desde su última lágrima y Bruno, conmovido por el desamparo de una niña que perdía la inocencia en cada minuto que pasaba, la miró de frente y repitió la promesa: «Los encontraremos».<br />
<br />Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-11783164325229338242012-04-11T01:22:00.000+02:002012-04-11T01:22:00.432+02:00Svetta Moshtar (3)Svetta, la nena desprotegida que mantuvo la esperanza durante largos días de incertidumbre y extrañeza, se derrumbó. Se sentó entre los ladrillos, acercó las rodillas al pecho, hundió la cabeza entre las piernas y se abrazó a la soledad que la acompañaba. Sollozó durante horas, lentamente, con una cadencia desconcertante que albergaba la belleza de la tristeza pura, del perder todo sin saber muy bien qué es ese todo, sin que la corta edad y la inocencia la dejaran comprender el desarraigo, el abandono o la vulnerabilidad a la que estaba expuesta. Aún en medio de la desolación total, era una imagen dolorosa.<br />
<br />
Bruno, el panadero, escuchó los sollozos al pasar por la calle. Era común oír llantos solitarios en medio de las piedras, pero este sonido le atrajo de una forma especial. Antes de escalar los escombros con la bicicleta al hombro, miró a ambos lados de la calle, se esforzó por recordar y reconoció la casa derruida a la que estaba entrando. Era la casa de los Moshtar: un padre que trabajaba como operario de maquinaria en la fábrica de zapatos, una madre que daba clases de primaria en la escuela del barrio, un hijo de cinco años que lo miraba tímido y receloso desde el otro lado del mostrador y una hija de doce a la que siempre veía pasar corriendo por delante del escaparate.<br />
<br />
La observó durante largos minutos antes de hacerse notar pisando los trozos de cerámica y cristal. Cuando ya pensaba que no le había escuchado, la nena levantó la cabeza y lo miró con un rictus de asombro y protesta en el rostro.Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-57928147826904841692012-04-07T17:24:00.000+02:002012-04-07T17:24:00.548+02:00Le père de mes enfants (El padre de mis hijos)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEH0vdXiBBu41lisR4dY-CcpbBm4saZd-iics7SQUqbHul0gGpVP5PStHFAvf8F7g-aadzKwgrX6pdkimlhyphenhyphenobp85W5mmIDr1SOlZO3_sxB50OlaJ-zCqc-vf7UQdZKeQzGUoilMiqlrs4/s1600/El_padre_de_mis_hijos-867035243-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEH0vdXiBBu41lisR4dY-CcpbBm4saZd-iics7SQUqbHul0gGpVP5PStHFAvf8F7g-aadzKwgrX6pdkimlhyphenhyphenobp85W5mmIDr1SOlZO3_sxB50OlaJ-zCqc-vf7UQdZKeQzGUoilMiqlrs4/s1600/El_padre_de_mis_hijos-867035243-large.jpg" /></a></div>
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Mia Hansen-Love (Francia-Alemania, 2009)</div>
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<i>Le père de mes enfants</i> es una película narrada como si no quiere la cosa. Es decir, todo sucede con una naturalidad abrumadora, con un aparente desenfado y superficialidad que parece no decirnos nada nuevo o, al menos, nada interesante. Podría ser una película llena de tópicos insoportables: hombre empresario con éxito que vive atado a varios móviles y está al cargo de todo y todos; marido que ama a su mujer, que a su vez lo adora y admira, y padre de tres hermosas y alegres hijas a las que prodiga besos, abrazos y juegos los pocos momentos que no tiene un teléfono pegado al oído. ¿Dónde está el drama?, nos preguntamos.</div>
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<br /></div>
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Todo sucede con ligereza. La cámara se desplaza sin cesar siguiendo el movimiento constante del protagonista. París es una ciudad en movimiento. Grégoire, el empresario-marido-padre, entra a la oficina, sale, saluda, llama, responde, lee, viaja, besa, negocia, ríe, juega, piensa,... sumido en un continuo devenir que en realidad tiene un propósito muy definido: seguir produciendo películas, esas películas que nadie quiere o en las que nadie cree. Nos enteramos de que Grégoire ama el cine por debajo de su traje de empresario, que lucha por sacar adelante a guionistas desconocidos y directores extravagantes. Es un hombre resolutivo y apasionado, orgulloso de llevar adelante su sueño.<br />
<br />
Pero, a medida que avanza la película, nos vamos enterando de que Grégoire en realidad arrastra veinte años de acumular deudas y la empresa está a punto de entrar en quiebra. Él sigue adelante con todo y con todos: negocia, propone, escucha, se esconde,... y, al final, al final...<br />
<br />
Hay un primer final inesperado que nos deja conmocionados. Ocurre como todo en esta película: de una forma natural, con ligereza, casi como si no hubiera pasado nada.<br />
Aquí es donde muchos directores sacarían a relucir todo el drama y se regodearían en escenas lastimosas y sensibleras. Sin embargo, Mia Hansen-Love retrata el dolor con una verdad y, a la vez, una entereza que nos deja pasmados. Muestra lo justo, lo necesario para hacernos sentir lo que está pasando en la pantalla sin olvidar que la vida sigue un ritmo trepidante y hay que continuar.<br />
A partir de esa desgracia, la película toma otro cariz, que resulta ser igual de interesante que el de la primera parte. Acompañamos a otros personajes; a nadie se le regala nada, pero hay momentos de extrema belleza y liviandad en este mundo si no nos dejamos embargar por la sensiblería y la autocompasión. Si en vez de preguntarnos paralizados «¿por qué a mí?», nos dedicamos sencillamente a vivir lo que sea que tenga que llegar, descubriremos un amplio mundo de sensaciones y fortalezas.<br />
<br />
Contrariamente a mi costumbre, no voy a contar cuál es ese primer final inesperado porque a mí me tocó de una manera muy especial. Vedla si quieres conocer una dimensión de la vida que corre justo por debajo del tráfico y la superficie.</div>Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-26261019439118135052012-03-30T23:25:00.000+02:002012-03-30T23:25:00.528+02:00Las acacias<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBjn1C-KMHs5kRxPohBNPxUb9CgPDZuJuj4A1rnL2mAJEkhtgkB3MgjZcNVHglPy3do332Jmr-BCZHkhN4ISkHWWdcgBmwUiXabG70mjg0JV-IpLtGWkusYA01Z8eBoO3U52su1T23XCpN/s1600/Las_acacias-623148224-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBjn1C-KMHs5kRxPohBNPxUb9CgPDZuJuj4A1rnL2mAJEkhtgkB3MgjZcNVHglPy3do332Jmr-BCZHkhN4ISkHWWdcgBmwUiXabG70mjg0JV-IpLtGWkusYA01Z8eBoO3U52su1T23XCpN/s320/Las_acacias-623148224-large.jpg" width="226" /></a></div>
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Pablo Giorgelli (Argentina-España, 2011)</div>
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Tenía ganas de ver esta película. En el resumen se decía que trataba de un camionero que debía transportar a una mujer y su bebé desde Paraguay hasta Buenos Aires: unos 1500 km de carretera por delante. Como viví cinco años en la Argentina y viajé por el país de cabo a rabo a lomos de un autobús tras otro, sé que las carreteras, los paisajes y la cultura argentinas dan para deleitarse un rato largo.</div>
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<br /></div>
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Sin embargo, no hubo nada de eso en esta historia. En realidad, como dijo un compañero del cine club, apenas llega a ser una anécdota, que ni siquiera es remotamente interesante, añado yo, por lo manida y estereotipada. Algo así como el típico chico conoce a chica pero dentro de la cabina de un camión.</div>
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<br /></div>
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El camionero, como cabe esperar, es un hombre solitario, bastante hosco, pero de corazón bondadoso (se supone; a mí me pareció lo normal en un ser humano). No quiere llevar a la mujer con él y, en una parada en el camino para dar el biberón al bebé, piensa en comprarles un billete para librarse de ellas, pero el bebé —lo mejor de la película— termina ablandándolo, como era de esperar. Así que le pregunta un par de cosas a la mujer y averigua que el bebé no tiene padre y que la mujer emigra a Buenos Aires en busca de trabajo. En un momento dado, cuando se supone que estaba tan cansado que se dormía al volante, ve a la mujer llorando a escondidas y se da cuenta de que también ella tiene sus penas (como toda persona adulta, diría yo). Sigue una escena de celos muy forzada y más monería por parte del bebé. ¿Cómo cabe esperar que termine la película? Pues exactamente como terminó: él quiere volver a verla y ella acepta. </div>
<div style="text-align: left;">
Nada nuevo bajo el sol; totalmente predecible desde el primer minuto. Y ni siquiera nos dejó disfrutar del grandioso paisaje argentino...</div>Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-3858081999810470032012-03-26T01:00:00.000+02:002012-03-26T01:00:04.169+02:00Svetta Moshtar (2)Los bombardeos nocturnos no duraron más de una semana, pero fueron suficientes para que la gente aprendiera una nueva forma de caminar: corrían agachados y escurridizos, dubitativos en las esquinas y pegados a los muros, a las farolas que quedaban en pie, a cualquier superficie. Se deslizaban por los contornos del terreno con sigilo, evitando pisar algo que pudiera crujir o golpear contra una piedra diminuta. Ya no solo empleaban los ojos para moverse; desarrollaron el oído, el olfato y la tensión muscular propia de los seres que viven al acecho. Las vestimentas se volvieron grises; los cabellos se volvieron negros.<br />
<br />
Svetta veía cómo esas sombras golpeaban inaudiblemente en la oscuridad de puertas y paredes rotas. Una extraña música casi imperceptible de golpes acordados, una desconocida variedad de ritmos totalmente personal e intransferible. Cuando se cansaba de intentar reconocer alguna piedra que le indicara el camino, caía al suelo tras un cascote y escuchaba esta nueva música excluyente del temor y del sigilo. Dos seres se reconocían en un ritmo único que los protegía de la hostilidad exterior y los unía en una necesidad compartida y exclusiva. Debía encontrar su casa, llamar a la puerta con los nudillos de la forma en que solo ella lo hacía y sus padres, su hermano, la reconocerían y saldrían corriendo a recibirla. Ninguna otra puerta se abriría.<br />
<br />
De repente, una mañana, paseando por unos escombros que le resultaban familiares, se tropezó con la base rota de la maceta azul que su madre había colocado varias semanas antes en un rincón del salón comedor. Una maceta grande para llenar el espacio vacío entre la pared y la vitrina con la vajilla de porcelana reservada para las cenas especiales. Descubrió que estaba pisando las paredes de su casa.<br />
<br />
<br />Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-67223164389140898592012-03-21T23:59:00.000+01:002012-03-21T23:59:00.117+01:00Svetta Moshtar [1]Esa noche vio caer bombas durante horas. A la mañana siguiente, mientras la radio zumbaba dando a entender que el centro de telecomunicaciones ya no existía, emprendió el camino de vuelta a casa. No reconocía las calles, las indicaciones habían desaparecido y no quedaban escaparates que le sirvieran de referencia. En su lugar, había cascotes, piedras, pedazos de ropa, listones de madera y algún que otro cuerpo tendido en el suelo en una posición imposible. A ratos, aparecían rostros con una expresión perpleja, cuerpos ataviados fuera de contexto con la ropa de la noche anterior que dudaban por dónde pisar, si moverse o quedarse quietos, si comenzar a gritar y dar rienda suelta al desconcierto o taparse la boca abierta en un intento de mantener el carácter y la certeza. Ella seguía siendo la niña que se fue a jugar con una amiga y se despidió de sus padres y su hermano a media tarde; era solo que la ciudad había enloquecido; todo volvería a ser lo que era cuando encontrara la casa y su familia le explicara que el municipio estaba construyendo calles nuevas y arreglando plazas, que restauraban los edificios para preparar la llegada de los turistas.<br />
<br />
Y así, persiguiendo calles que se parecieran a la suya, trepando escombros de edificios que le recordaban al hogar, buscando en rostros irreconocibles atisbos, gestos y tics de vecinos, se le acercó la noche y una nueva bandada de manchas negras dejó caer cargas de racimos en la parte este de la ciudad, en otras cuadras y otros barrios de los que algunos vecinos ya habían escapado.<br />
<br />
Para una niña que aún no ha aprendido a vincular la caída de las bombas con la destrucción masiva de personas, animales, sueños, ilusiones y esperanzas, las explosiones que iluminan la noche son una fascinación aturdida en la que quisiera poder aplaudir y gritar de alegre excitación y, sin embargo, algo innombrable, quizás el silencio de los adultos, algún sollozo oculto o el llanto solitario de un bebé, le indican que se trata de una fascinación no permitida y cruel, dolorosa en extremo y por algún motivo condenable.<br />
<br />
Se escondió en una casa cuya escalera y segundo piso seguían en pie.
No había puertas ni ventanas, pero el crujir de las escaleras le
alertaría de cualquier pisada extraña. Desde este escondite, siguió
observando el cielo que le cegaba los ojos hasta que los párpados se
rindieron.<br />
<br />
Despertó cansada y hambrienta. Bajó a la
cocina de la casa, en el primer piso, y devoró lo que encontró. «Debía
alimentarse bien», pensaba, «hoy tenía un largo camino por delante, sus
padres estarían buscándola».Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-58431609997297227922012-03-15T23:20:00.000+01:002012-03-19T23:42:25.894+01:00Svetta Moshtar [0]<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhi_obm4lLEnCR5H9BL7YVa_Ed_CrLckPr0tyQHxG20np5SLBlSA22C6KDRJOP9EdHl69c3J9RVdvAeuwjGb9TfBkhzdI5aBkCp7HwdF7_FlnmgNdmvXBsEG7ZfL44_pQ-m6maew6XoMZm-/s1600/Moshtar.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="127" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhi_obm4lLEnCR5H9BL7YVa_Ed_CrLckPr0tyQHxG20np5SLBlSA22C6KDRJOP9EdHl69c3J9RVdvAeuwjGb9TfBkhzdI5aBkCp7HwdF7_FlnmgNdmvXBsEG7ZfL44_pQ-m6maew6XoMZm-/s200/Moshtar.jpg" width="200" /></a></div>
<i>Svetta Moshtar</i> es otro experimento que por fin me he decidido a poner en marcha, no sin cierto pudor.<br />
Svetta es una niña de doce años que apareció entre mis dedos hace ya muchos años, puede que hace más de un decenio, no lo recuerdo.<br />
Es una niña con mucha paciencia que lleva esperando todo este tiempo a que escriba su historia, una pequeña historia que tiene lugar en una ciudad bombardeada. No sé por qué acudió a mí, ni por qué sigue empeñada en que sea yo quien la cuente, pero creo que vale la pena arriesgarme por ella y por su perseverancia.<br />
No sé en qué se convertirá ni hasta dónde me atreveré a llegar. Por ahora, tengo ocho páginas escritas y un esquema de personajes y anécdotas que podrían dar lugar a un cuento de varias decenas de páginas.<br />
Iré publicando poco a poco lo que ya tengo y luego haré acopio de todo mi valor para poder seguir adelante.<br />
Espero que os guste; como siempre, vuestros comentarios son una fuente invaluable de apoyo.<br />
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<b>SVETTA MOSHTAR</b></div>
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A Svetta<b> </b>le gusta caminar entre los escombros, especialmente los días de niebla. En esta ciudad sitiada, en un valle rodeado de francotiradores que juegan a disparar a todo aquello que se mueva por las calles, la niebla es el mejor escudo.</div>
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<br /></div>
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Los días en que las nubes bajan a tropezar con el suelo, los habitantes se asoman por detrás de los muros, salen de las grietas, aparecen tras puertas quejumbrosas, surgen de hoyos tapados con chapas y ramas de árboles caídos. Indican con la mano a los que les siguen que por unas horas no habrá peligro, que la niebla es espesa y lo cubre todo, que los francotiradores aún no disponen de ametralladoras que puedan localizarlos en mediode una nube a ras de tierra.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: left;">
En esos momentos mágicos, Svetta camina por las calles sumida en la oscuridad blanca que la envuelve, con la sola preocupación de no caer en ningún agujero. Camina despacio, a tientas, con el rumbo perdido y el alma volátil del instante atesorado, engalanada con los zapatitos rojos que consiguió recuperar de los restos de su habitación. La casa voló por los aires mientras racimos de bombas destrozaban cuadras enteras de esfuerzos y sueños. Una sola pulsación en la cabina de un piloto desconocido bastó para arrasar presentes, pasados y futuros.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: left;">
En ese momento de fatalidad, se resguardaba en el sótano de la casa de una amiga del colegio con la que fue a pasar la noche. Se encontraba en el lado sur de la ciudad, una zona de huertas y fincas que no resultaba atractiva para el servicio de inteligencia del país que los atacaba. O quizás no fuera gente de otro país; quizás fueran enemigos del propio bando que decidieron acordarse de tiempos antiguos y vengar la muerte de antepasados que yacían en tumbas y ya no sentían rencor. No sabe con certeza quién los ataca, pero a veces en la palabras que el eco trae de las colinas o en la boca de algunas sombras escondidas logra reconocer nombres similares al suyo, de su tierra, de una ciudad múltiple que antes fluía y ahora se reorganiza en bloques incomprensibles. ¿Por qué el tendero de su barrio dejó de saludarla y comenzó a vestirse y hablar diferente, hasta que un día desapareció, dicen que en dirección a las montañas?</div>Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-12360174072209085762012-03-09T00:28:00.000+01:002012-03-09T00:28:01.040+01:00Entrevista a Mercedes Pinto Maldonado<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXXOZZink6DJyhiYmcB8Mo6D2Sj7jXVIY0hqx5e0xAQOXzS1aXnYWfzV0xv0U6CNGfrdAxmZPv1M-FlDhkLbCC_GZIqW0LkQr5NpXK6bIgiXlvmHQSnng1SoYHp2Y9iGJl_zUPVucF9vXs/s1600/Mercedes+Pinto+Maldonado.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXXOZZink6DJyhiYmcB8Mo6D2Sj7jXVIY0hqx5e0xAQOXzS1aXnYWfzV0xv0U6CNGfrdAxmZPv1M-FlDhkLbCC_GZIqW0LkQr5NpXK6bIgiXlvmHQSnng1SoYHp2Y9iGJl_zUPVucF9vXs/s320/Mercedes+Pinto+Maldonado.jpg" width="213" /></a></div>
<br />
<b><a href="http://mercedespinto.wordpress.com/" target="_blank">Mercedes Pinto Maldonado</a></b> <br />
<br />
Nací bajo las faldas de Sierra Nevada (Granada) hace ya la friolera de cincuenta años. Allí crecí, me enamoré, me casé, nacieron mis tres hijos y terminé mis estudios. Exactamente por ese orden.<br />
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Hace veinte años que, por cuestiones laborales de mi marido, vivo en Málaga, en Alhaurín de la Torre, un lugar muy tranquilo que invita a escribir.<br />
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No, no vivo de mis libros, ¡qué más quisiera yo!; con lo que he ganado hasta ahora no hubiese podido sobrevivir, pero estoy en ello. Tampoco tengo otro trabajo, así que disfruto de mucho tiempo para escribir: dedico prácticamente toda la mañana. Las tardes las reservo para la familia.<br />
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Aunque no me decidí a publicar hasta hace diez años, la idea de escribir un libro ha estado en mí desde que era muy joven y de hecho lo intenté, aunque no quiero contarte el resultado. Fue una novela juvenil, en la que yo misma hice las ilustraciones. De la historia en sí misma estoy contenta, aunque ahora me doy cuenta de que me precipité. Después me enfrasqué en un proyecto mucho más ambicioso, <i>La última vuelta del scaife</i>, una historia que se desarrolla en un contexto histórico y unos lugares complejos, que me costó más de un año de documentación y otro para escribirla. Tenía la trama bastante estructurada, pero luego, inevitablemente, surgieron los cambios propios que hacen los personajes. Por supuesto que estaba llena de dudas; por momentos pensaba que después de tanto esfuerzo no interesaría a nadie, pero conseguí publicarla y lo cierto es que me ha dado muchas satisfacciones. <br />
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La publicación de cada obra ha sido siempre tediosa. Hacerte un hueco en literatura, que tu nombre suene, lleva su tiempo; es como hacer una carrera, pero con horas de escritura. Luego está la suerte, que por fin algún editor de prestigio apueste por ti, bien porque le gusta especialmente el tema de una de tus obras o porque alguien de confianza te ha recomendado.<br />
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Tanto encontrar editorial como agente es la tarea más complicada con la que se puede enfrentar un autor después de escribir su obra. Desde luego, la vía más acertada es preparar una carta de presentación y una propuesta editorial y mandarlas a todos los agentes y editores que estén en la misma línea de su obra y, por supuesto, armarse de perseverancia y paciencia. La mayoría no se molesta en contestar, otros tantos contestan negativas sin leer tu propuesta y muy pocos se preocupan de atenderte debidamente, aunque te den el temido «no». Si tienes algo digno que ofrecer, es una cuestión de tiempo. Yo, finalmente, lo he conseguido. Tener agente te da seguridad y tranquilidad para escribir porque sabes que ya hay alguien luchando por tus obras.<br />
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La autopublicación es una buena manera de comenzar, aunque es un arma de doble filo: si tu obra es mala, será difícil remontar. Pero desde luego puede ser una estupenda manera de que te conozcan y empiecen a valorarte. Ahora, eso sí, es una ruina; debe entenderse como una inversión para el futuro. Con respecto a la publicación en formato digital, bueno, es un poco pronto, mis libros apenas llevan una semana en Amazon, pero estoy contenta: ya he ocupado los primeros puestos, tengo un número de descargas más que satisfactorio y están gustando a los lectores. Es una buena opción en los tiempos que corren, principalmente porque tengo claro que las obras que seguro que no se leen son las que están metidas en un cajón.<br />
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Conoce más sobre Mercedes Pinto Maldonado en su <a href="http://mercedespinto.wordpress.com/" target="_blank">blog personal</a> y en <a href="https://www.facebook.com/mercedespintomaldonado" target="_blank">Facebook</a>.<span style="font-family: Calibri; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><span> </span></span><br />
<span style="font-family: Calibri; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><span><br /></span></span><span style="font-family: Calibri; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><span></span></span><span style="font-family: Calibri; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><span> </span></span>Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-31238514123542762382012-02-13T23:54:00.002+01:002012-02-13T23:54:32.657+01:00Los pasos dobles<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifNGmnsvgCj0NysgvajBsi7cV1BdKQ-mpPRaFHkUJPCNs3XbwrixuT-Mr_twj6BodhD7zRV6fXpaOpeKB7o3gGpkUEDPOUhkMPXJwwSZQHl1o06BMc0_C-twlOCE5fiRDw888D7Y1dbxu0/s1600/Los_pasos_dobles-885510608-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifNGmnsvgCj0NysgvajBsi7cV1BdKQ-mpPRaFHkUJPCNs3XbwrixuT-Mr_twj6BodhD7zRV6fXpaOpeKB7o3gGpkUEDPOUhkMPXJwwSZQHl1o06BMc0_C-twlOCE5fiRDw888D7Y1dbxu0/s320/Los_pasos_dobles-885510608-large.jpg" width="226" /></a></div>
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Isaki Lacuesta (España-Suiza, 2011)</div>
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<i>Los pasos dobles</i> es una de esas películas totalmente inclasificables que nacen de la genialidad de un artista que crea para expresar, buscar, encontrar, experimentar y, también por qué no, divertirse. No es cine de entretenimiento, aunque entretiene y en algunos momentos llega a ser muy divertida. Es cine entendido como séptimo arte; es una película que absorbe, deleita y conmueve como solo lo hace una obra de arte. Es una obra valiente realizada con magistralidad y pleno dominio de la técnica.</div>
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Es inclasificable porque no se puede encasillar en un género concreto. Tiene elementos del western; un western alocado y contemporáneo con una banda de forajidos compuesta por media docena de negros y un albino que se desplaza en moto por las llanuras africanas. Cuando te atrapan en medio del camino, te lanzan un acertijo; te roban solo si no sabes la respuesta.</div>
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Cuando la banda de forajidos llega al campamento de los albinos, la primera escena <span style="font-size: x-small;"><span>—</span></span>en que el albino, con un constante movimiento de ojos como el de dos péndulos asustadizos, aparece en escena<span style="font-size: x-small;"><span>—</span></span> es digna de una película de encuentros en la tercera fase, pero al instante adopta los elementos del documental. En pocos minutos, se nos informa de las desgracias que padecen los albinos por causa de su aspecto. De nuevo, el aspecto y el color de la piel como elemento para abusar. </div>
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También podrían formar parte de un documental las escenas que muestran a Miquel Barceló píntando ensimismado en un cuaderno en el que representa lo que ocurre en las otras dos historias centrales de la película. Solo ver a un artista crear con esa frescura experimentada ya sería suficiente para que hubiera valido la pena ver la película. </div>
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Pero cuanto más nos acercamos al final, más se va convirtiendo en una película cómica que cuestiona con alegría y eficacia algunas de nuestras creencias religiosas más arraigadas. Y digo aquí religión en su sentido más amplio de conceptos en los que necesitamos creer para sentirnos seguros en la inmensidad de la vida.</div>
<div style="text-align: left;">
Cuando recuerdo la escena en que el protagonista, que se ha refugiado en un baobab de la muchedumbre que lo persigue, descubre que este gentío lo adora como si fuera un dios, no puedo dejar de pensar en la escena de <i>La Vida de Brian</i>, en que el protagonista sale desnudo e ignorante a la ventana para desperezarse y descubre a una multitud que lo adora.</div>
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Y, sin embargo, la película no es nada de lo que he hablado hasta ahora. Pero es que querer contar las tres historias que transcurren es un intento fallido de antemano. Querer explicar por qué se llama <i>Los pasos dobles</i> una película que transcurre en Mali y trata el arte, el engaño y la búsqueda de uno mismo es una empresa que está más allá de mis capacidades. Pero sí, suena un paso doble como sonaría la banda sonora de una película de Clint Eastwood rodada en el Lejano Oeste. Con la salvedad de que esta se rodó en África y está protagonizada por negros. Dicha mezcla sería una insensatez si no la dirigiera un artista honesto y genial, muy despreocupado de las críticas y los convencionalismos.</div>
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No hablo más. El que quiera ver una película brillante y sorprendente que le arrancará risas y le dejará pensando más de una vez, que no se la pierda.</div>
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<div style="text-align: left;">
Recomiendo leer la entrevista realizada a su director, Isaki Lacuesta: <a href="http://cineclubcallemayor.blogspot.com/2012/02/me-gustaria-que-me-explicaras-los.html">aquí</a>.</div>
<br />Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-38865032284512033192012-02-03T22:40:00.000+01:002012-02-03T22:40:37.997+01:00La correctoraAcabo de crear un nuevo blog dedicado a la corrección de textos o, dicho de otra forma, a la forma de escribir correctamente. Aunque también hablaré de la traducción, de la revisión de traducciones y de las diferencias entre el español de los distintos países hispanohablantes, recopilaré recursos, publicaré entrevistas, incluiré alguna noticia y propondré algunos temas más que se me vayan ocurriendo por el camino.<br />
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Me gustaría que fuera un blog interactivo. Con esto quiero decir que, si alguien tiene una duda lingüística o le gustaría que publicara una entrada sobre un tema específico, puede proponérmelo enviando un correo electrónico a chgtraducciones@gmail.com o escribiendo un comentario.<br />
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La dirección es http://estacorrectora.blogspot.com/.<br />
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Espero que os guste.Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-13121518182276012792012-01-17T15:10:00.000+01:002012-01-17T15:10:39.143+01:00Rodando se fueron las hojas<br />
solitarias<br />
sin designio<br />
vacías<br />
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<br />Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-42141741326298759372012-01-10T00:27:00.000+01:002012-01-10T00:27:31.082+01:00Ivanovo detstvo (La infancia de Iván)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju3GdxfuuZZhvHCh41TL2ZzgVjP9INuWj7OyOpt-qm7lT4i0iF1E4m1Bfq976DwyjoXB92dEo-Bxb5MF8_nemHxcpl7m5oR-ZPyZu1mXhFC3snBFT2P1QPLQ1ygjPSAJr-JbMoOq8BXr9a/s1600/ivandvd.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju3GdxfuuZZhvHCh41TL2ZzgVjP9INuWj7OyOpt-qm7lT4i0iF1E4m1Bfq976DwyjoXB92dEo-Bxb5MF8_nemHxcpl7m5oR-ZPyZu1mXhFC3snBFT2P1QPLQ1ygjPSAJr-JbMoOq8BXr9a/s320/ivandvd.jpg" width="233" /></a></div>
<div style="font-family: inherit; text-align: center;">
<span style="font-size: small;">Andrei Tarkovsky (Unión Soviética, URSS, 1962)</span></div>
<div style="font-family: inherit; text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div style="font-family: inherit; text-align: left;">
<span style="font-size: small;">Iván, de doce años, era uno de los muchos niños que se infiltraban en las filas nazis para recoger inform</span><span style="font-size: small;">ación que luego entregaban a la Unión Soviética. Como vemos en la película, jugaron un papel decisivo en el curso de la guerra. Pero, muy a pesar del propio Iván quien, tras haber vivido el asesinato de su madre y su hermana a manos de los alemanes, solo pensaba en volver a las líneas enemigas y vengarse, el subtítulo de esta película podría ser: Ningún niño debería pasar por esto. Ningún niño debería extenuarse cruzando a nado en la oscuridad el ancho río que separa el frente alemán del ruso. Ningún niño debería sentir en soledad el miedo de pensar que no puede más y ha llegado el fin. Incluso antes de llegar a este punto, ningún niño debería vivir la muerte gratuita de sus seres queridos a manos de alguien que ni siquiera les odia, sino que tan sólo procede de otra región geográfica.</span></div>
<div style="font-family: inherit; text-align: left;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif; text-align: left;">
<span style="font-size: small;">Aún así, esta no es una película moralista. Es tan solo el relato <span>—está basado en un cuento de Vladimir Bogomolov que, a su vez, está inspirado en hechos reales</span><span>— del mundo interior de Iván: su carácter, las personas que lo rodean, las pesadillas que pueblan su sueño, su deseo indomable de seguir en combate, puesto que, como él mismo dice, en tiempos de guerra sólo se retira quien no sirve para nada.</span></span><!--[if gte mso 9]><xml>
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<div style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif; text-align: left;">
<span style="font-size: small;"><span><br /></span></span></div>
<div style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif; text-align: left;">
<span style="font-size: small;"><span>Si hubiera sido rodada hoy en día, claramente pertenecería a la categoría de cine independiente, entre otras cosas, por la escasez de medios con que se rodó. Tarkovsky logra plasmar los sentimientos de los personajes mediante un manejo sumamente creativo de cualquier elemento que le rodee. Una habitación que apenas contiene una mesa, una silla, una cuerda y una campana desvencijada le bastan para mostrarnos el desasosiego interior de un niño al que le preocupa hablar en voz alta por las noches y dejar escapar los monstruos que le habitan. </span></span></div>
<div style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif; text-align: left;">
<span style="font-size: small;"><span><br /></span></span></div>
<div style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif; text-align: left;">
<span style="font-size: small;"><span>Hay imágenes de una gran belleza lírica, como la del beso del comandante y la médica encima de una trinchera: él quiere robarle un beso pero ella no se entrega. Al encontrarse con una trinchera que ella quiere saltar sin ayuda, él la abraza y, con un pie a cada lado del hoyo, la besa, mientras los pies de ella se mecen en el aire por encima de la tierra cavada. Todo el cortejo, incluido el beso y el desenlace final, conforman una escena muy creativa y sugerente, con muchos ángulos desde la que apreciarla.</span></span></div>
<div style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif; text-align: left;">
<br /></div>
<div style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif; text-align: left;">
<span style="font-size: small;"><span> No puedo terminar esta reseña sin destacar otra escena aún más elocuente. Iván huye de los altos cargos que le dan cobijo porque quieren sacarlo de combate y enviarlo a una escuela militar. Él no quiere ni oír hablar de ello. Se esconde en unas tablas que apenas lo protegen de la intemperie. Aparece un anciano que busca un clavo y, al ver a Iván solo, le dice: "Entra". ¿Entrar adónde? Si no quedan en pie más que algunas maderas y un viejo horno que las llamas no pueden destruir. Al poco rato, llegan en un jeep los altos cargos que lo buscan. Convencen a Iván de que vuelva con ellos. El jeep se aleja atravesando el fango y resbalando de lado a lado con brusquedad. El anciano aterrado espía la escena abrazado a una gallina desde el umbral de una puerta que quedó en pie. Cuando todos se alejan, cierra el portón y echa el cerrojo. Es difícil describir la potencia visual y evocadora de un anciano loco echando el cerrojo a una puerta que no cierra nada, pues no hay paredes ni muros ni tabiques, ni siquiera mosaicos en el suelo para imaginar lo que ya no existe.</span></span></div>
<div style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif; text-align: left;">
<span style="font-size: small;"><span><br /></span></span></div>
<div style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif; text-align: left;">
<span style="font-size: small;"><span>No quiero alargarme más intentando describir cada escena </span><span>—no hay ni una de la que no merezca la pena hablar</span><span>— explicando la cantidad de ángulos que nos muestra el director. Tras echarle un vistazo al diccionario, diría que esta película es un prisma objetivo porque nos permite "observar muchos espectros a la vez".</span></span><!--[if gte mso 9]><xml>
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<div style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif; text-align: left;">
<span style="font-size: small;"><span><br /></span></span></div>
<div style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif; text-align: left;">
<span style="font-size: small;"><span></span></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">Está considerada una obra maestra del cine de todos los tiempos.</span></span></span></div>Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-23661855823435457572012-01-03T00:15:00.000+01:002012-01-09T16:35:22.628+01:00El origenEntre las tinieblas<br />
la lluvia avanzaba certera<br />
acallando sombras crepitantes.<br />
<br />
"No sigas", me dijo.<br />
"Estás entrando en una nada desconocida<br />
que habita en mis entrañas y protejo.<br />
Soy el celoso guardián<br />
del monstruo al que rindo tributo.<br />
No dejaré que lo alumbres<br />
ni lo enfrentes.<br />
No permitiré que me liberes.<br />
¿Qué harías después<br />
con mi alma extenuada?<br />
¿Acaso llorarías conmigo<br />
el dolor que me conforma?<br />
¿Acaso gritarías conmigo<br />
la rabia hecha jirones<br />
que me cubre la piel?<br />
¿Acaso cubrirías tu frente<br />
implorando de rodillas<br />
que se acaben los sentidos,<br />
que se olvide la memoria,<br />
que se rompa el maleficio?<br />
O te irías,<br />
la misión cumplida<br />
de acallar tu conciencia doliente<br />
salvando un rostro<br />
que ya no sueña con ser mirado.<br />
¿Qué harías con el campo yermo<br />
una vez muerto el monstruo<br />
y vacías las cavernas?<br />
¿Qué nombre me pondrías?"Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-86511223973284368932011-12-30T23:21:00.002+01:002011-12-30T23:21:37.518+01:00OlvidoEs extraño compartir los momentos más plenos de tu vida<br />
con alguien que está a punto de olvidarlos.Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-34486724028019812302011-12-21T23:26:00.001+01:002012-01-09T23:14:12.739+01:00Bright Star<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYqI9v-Gh6i5URpvPeryXX0VOVXNT7fxBaod_Mp7ECOJth-gb1M3BPCcWgWIDtOMGWHQ9vxrxzBQrdkrjPpSKqMeWRlpUksp58RY8sojppRUONETbxsNQgC8kwk-8fNYOdqy6SIkJzvlep/s1600/Bright_Star-937144119-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYqI9v-Gh6i5URpvPeryXX0VOVXNT7fxBaod_Mp7ECOJth-gb1M3BPCcWgWIDtOMGWHQ9vxrxzBQrdkrjPpSKqMeWRlpUksp58RY8sojppRUONETbxsNQgC8kwk-8fNYOdqy6SIkJzvlep/s1600/Bright_Star-937144119-large.jpg" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-ppy5D6tk4Dk_0GQ_xY7L9YfD4CCT_oJrt4FYsYxiD9FYU0-QGKSDTWIutZMimNhtMKpImpnqauJUI05JV3gDJPl00cLaEO2JCw-J7TgFhfhg1JG1TxOsPCRXUnLiBzzSOKcdrS3iSQhU/s1600/Cirkus_Columbia-609081431-large.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a></div>
<div style="text-align: center;">
Jane Campion (Reino Unido-Australia-Francia, 2009)</div>
<br />
Jane Campion <span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">—la directora de "El Piano"</span><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">—</span> sigue en su línea.<br />
En esta película veréis el mismo romanticismo sentimental hasta las lágrimas que en el film que la hizo famosa. Fue hace casi veinte años, en 1993; quedé fascinada por la pasión contenida, la estética extremadamente cuidada y el desborde de suspiros y anhelos. Hoy tengo casi cuarenta años y el romanticismo, aunque confieso que lloré, no está dentro de mis preferencias.<br />
<br />
Pero tiene un valor añadido y es que aborda un hecho histórico: los últimos meses de vida de John Keats, un poeta considerado como uno de los mejores exponentes del romanticismo. Quizás eso haga que el tratamiento que le da la directora se ajuste al sentir de este autor, que murió a los 25 años pobre, enfermo, sin haber alcanzado ningún tipo de reconocimiento por su obra, sin familia y lejos de su amada y sus amistades.<br />
<br />
Dejando de lado la historia de amor principal, me llamó la atención la madre de la chica. Está presente a lo largo de toda la película, conteniendo a la hija en los momentos de dolor más intenso, escuchando las peticiones y los deseos locos de una enamorada, en una presencia callada constante que no asfixia ni censura, sino que simplemente cuida y protege. Es un tipo de familia difícil de ver hoy en día, tan unida, tan protectora y respetuosa a la vez.<br />
<br />
Y puesto que la película está repleta de poesía que a menudo recita el propio autor, copio en español primero y en inglés después, el poema póstumo que da título a la película. A aquellos que sepáis leer inglés, os aconsejo que recitéis el poema original en voz alta, aunque no sepáis qué significa, y os dejéis mecer por el ritmo.<br />
<br />
<br />
<b>SI FUESE COMO TÚ CONSTANTE, ESTRELLA</b><br />
<br />
Si fuese como tú constante, estrella,<br />
no solitaria luz alta en la noche,<br />
viendo con abiertos ojos eternos,<br />
cual ermitaño de Natura en vela,<br />
<br />
las aguas que, sacerdotales,<br />
lavan las humanas orillas de la tierra;<br />
ni contemplando la reciente máscara<br />
de nieve sobre páramos y montes...<br />
<br />
No, aunque inconstante, aunque inmutable, quiero<br />
apoyado en el pecho de mi amor,<br />
siempre sentir su pálpito tan suave;<br />
<br />
siempre despierto en inquietud muy dulce,<br />
callarme para oír su eterno aliento<br />
y así vivir siempre, o morir si no.<br />
<br />
(De la antología <i>Poemas</i> de John Keats, La Veleta, 2005. I Premio Andaluz a la Traducción, 2005. El traductor es Antonio Rivero Taravillo, del que podéis conocer más en su blog http://fuegoconnieve.blogspot.com/).<br />
<br />
<b>BRIGHT STAR, WOULD I WERE STEADFAST AS THOU ART</b><br />
<br />
Bright star, would I were steadfast as thou art<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">—</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">Not in lone splendour hung aloft the night</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">And watching, with eternal lids apart,</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">Like nature's patient, sleepless Eremite,</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">The moving waters at their priestlike task</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">Of pure ablution round earth's human shores,</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">Or gazing on the new soft-fallen mask</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">Of snow upon the mountains and the moors</span><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">—</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">No</span><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">—yet still steadfast, still unchangeable,</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">Pillow'd upon my fair love's ripening breast,</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">To feel for ever its soft fall and swell,</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">Awake for ever in a sweet unrest,</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">Still, still to hear her tender-taken breath,</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">And so live ever</span><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;">—or else swoon to death.</span><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt;"> </span><b> </b>Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-83940979310707217092011-12-16T17:42:00.001+01:002012-01-09T23:14:20.257+01:00Cirkus Columbia<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-ppy5D6tk4Dk_0GQ_xY7L9YfD4CCT_oJrt4FYsYxiD9FYU0-QGKSDTWIutZMimNhtMKpImpnqauJUI05JV3gDJPl00cLaEO2JCw-J7TgFhfhg1JG1TxOsPCRXUnLiBzzSOKcdrS3iSQhU/s1600/Cirkus_Columbia-609081431-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-ppy5D6tk4Dk_0GQ_xY7L9YfD4CCT_oJrt4FYsYxiD9FYU0-QGKSDTWIutZMimNhtMKpImpnqauJUI05JV3gDJPl00cLaEO2JCw-J7TgFhfhg1JG1TxOsPCRXUnLiBzzSOKcdrS3iSQhU/s320/Cirkus_Columbia-609081431-large.jpg" width="226" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
Danis Tanovic (Bosnia-Herzegovina-Francia-Reino Unido-Alemania-Eslovenia-Bélgica-Serbia, 2010)</div>
<br />
<i>Cirkus Columbia</i> comparte el tinte de locura de las obras de Kusturica, aunque en un grado menor. Debe ser el carácter regional, la convivencia de culturas distintas en pleno corazón de Europa o el intento de sobrevivir a una realidad cuya única regla es la del azar de los juegos de dados.<br />
Kusturica eleva a la enésima potencia lo absurdo de los embates de la vida: sus personajes deambulan ebrios, cantando, brindando y bailando por las calles sin ninguna medida mientras todo se desploma alrededor; conviven apretados en un sótano mientras unos centímetros de tierra más arriba la opulencia se derrama por toda la habitación. <br />
Tanovic es más comedido, pero a su modo refleja en esta película el circo de la vida, un circo mucho más tragicómico y sorpresivo de lo que estamos acostumbrados a experimentar en este país en que vivimos.<br />
<br />
No sé muy bien quién de todos los personajes es el protagonista. El desencadenante de los sucesos es Divko, el hombre que, después de veinte años en Alemania, vuelve a la casa donde vivía con su esposa embarazada. Pero vuelve para echarla. Y, de hecho, en la primera escena plenamente trágica (vendrán varias después) Divko observa desde su flamante automóvil cómo desahucian en cuestión de segundos a la que aún sigue siendo su esposa. Aquí desahucio significa: irse ahora con lo puesto y nada más; salir gritando de tu casa y dejar la comida en el fogón. El marido entra en la casa acompañado de su novia y su gato de la suerte, toma posesión y se sirve el guiso a punto de ser servido.<br />
<br />
Yo diría más bien que todos son los protagonistas. A todos les ocurren imprevistos que transforman sus vidas o, mejor dicho, la interacción de unos con otros provoca imprevistos que los transforma sin posibilidad de retorno. La propia aldea se transforma. Mientras marido, amante, gato, mujer e hijo intentan encontrar un lugar en el lugar en el que viven (valga la redundancia), el pueblo se fragmenta en las piezas que siempre lo compusieron a veces con pena y a veces con gloria.<br />
<br />
Todos son, de alguna forma, catalizadores en la vida de los demás. Las relaciones fluctúan con la intensidad propia de un país con muchos bandos. Cuando la guerra estalla, todos saben a qué bando pertenecieron siempre realmente, aunque haya algunos que pertenezcan a todos y olfateen con gran astucia a cuál deben rendir pleitesía en cada momento.<br />
<br />
La película termina con una imagen de locura armónica, si es que existe tal cosa. El protagonista, Divko -un ser hasta entonces miserable-, una vez puestas las cartas sobre la mesa, decide cerrar el tapete y enfrentarse al destino. Se sube al tiovivo de su infancia -que no es otro que el tiovivo de la vida-, aprieta el botón de encendido y se deja mecer por el sonido de las bombas que estallan en el horizonte destrozando el hogar al que siempre anheló regresar.Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-9370515529598637002011-12-13T17:03:00.003+01:002011-12-13T23:05:35.776+01:00Cambio de paradigmaUn día tras otro, un paso tras otro, un segundo tras otro, una respiración tras otra.<br />
Esta era para Ana la única forma de vida posible. No concebía las simultaneidades, las intersecciones ni las conjunciones. Todas sus vivencias estaban ordenadas en fila india; todos los recuerdos pertenecían a una serie que podía recorrerse de atrás adelante o de adelante atrás, pero siempre de forma sucesiva.<br />
Se encontraba a gusto en la cola del supermercado o en la butaca del cine: todos juntos pero no revueltos. Le gustaban especialmente los cines antiguos en los que aún se leía un número en la parte posterior de los asientos.<br />
Disfrutaba viendo la disposición de los libros en una biblioteca. Cuando iba a la piscina cada martes por la tarde, se extasiaba sintiendo cómo los brazos y las piernas se movían de forma alternada, uno detrás de otro.<br />
<br />
Por eso, la noche que soñó con los dos a la vez se despertó con una sensación de ahogo en la garganta y un sudor frío que le erizaba el vello del cuerpo. Tuvo que admitir que amaba a los dos y que en sus ensoñaciones no solo aparecían los dos al mismo tiempo, sino que besaba a los dos a la vez, abrazaba a los dos a la vez, se dejaba acariciar por las cuatro manos de forma simultánea.<br />
<br />
No podía ser, pensó mientras se abrazaba la espalda; es cierto que siempre los había visto juntos, pero siempre le pareció que estaban uno al lado del otro. ¿Cómo podía ser que ahora sintiera que los dos eran un dúo simultáneo, presente en el mismo instante ocupando el mismo espacio?<br />
¿Cómo había llegado a soñar que los tres -los dos gemelos y ella- se confundían en un conglomerado de brazos, piernas y sexos que ni ella misma podía desagrupar?<br />
<br />
Cuando por fin se calmó, se apartó el flequillo de los ojos y miró a su alrededor.<br />
La cama se había convertido en una simbiosis de sábanas, carne, jugos, almohadones, sugerencias y ropas deshilachadas.<br />
Toda esa simultaneidad de objetos en el colchón y de sensaciones que aún palpitaban en el cuerpo le produjo vértigo.<br />
Aún no se atrevía a asegurarlo, pero juraría que dentro de todo ese agregado que violentaba su alma veía dos traseros de iguales proporciones que no le pertenecían a ella.Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-65859710239743121122011-12-11T00:03:00.002+01:002011-12-11T00:03:00.091+01:00Momentos redondos- Mamá ¿cómo son los momentos redondos? -preguntó Juan.<br />
Su madre contestó sin titubear:<br />
- Son momentos sin fisuras; instantes en los que parece que estás dentro de una fotografía formando un todo con el entorno. Son ráfagas de intensidad en que te olvidas de los pensamientos y de repente ves, escuchas y hueles en tres dimensiones. Te ves a ti mismo por detrás, por delante y por los costados, metido dentro del paisaje, sintiendo el aire y los objetos que hay por encima y por debajo de ti. Incluyes en un mismo parpadeo lo que está pasando cerca y lo que estás viendo suceder tan lejos como el horizonte.<br />
Son momentos mágicos, completos, y la vida sin ellos sería un puzzle roto.Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-55414787849580041192011-12-08T23:59:00.001+01:002012-01-09T23:14:30.301+01:00Politist, adjectiv (Policía, adjetivo)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl0SVIPp8wXrkyrfSzv_mcDPSSdGCXUoxsNxsy5i2fEKZQXNDZAfg1XLJw_J23bZVGvgaVG7SrNHFqbPYHc-rIabftT6frxez8t6BaEYXgwlpe5T7h2Pcobhw5iZ38YBVDa68HduvECrb1/s1600/Politist_adjectiv_AKA_Policia_adjetivo-287848214-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl0SVIPp8wXrkyrfSzv_mcDPSSdGCXUoxsNxsy5i2fEKZQXNDZAfg1XLJw_J23bZVGvgaVG7SrNHFqbPYHc-rIabftT6frxez8t6BaEYXgwlpe5T7h2Pcobhw5iZ38YBVDa68HduvECrb1/s320/Politist_adjectiv_AKA_Policia_adjetivo-287848214-large.jpg" width="222" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
Corneliu Porumboiu (Rumania, 2009)</div>
<br />
Recomiendo este film a todos aquellos que quieran ver una película sencilla pero inteligente, aparentemente desapasionada pero profunda, y especialmente a aquellos que dedican gran parte de su energía diaria a buscar una y otra vez en diccionarios el significado de tal o cual palabra o la forma correcta de escribirla.<br />
<br />
No hay nada más extraño para empezar que el cartel publicitario: una pistola dentro de un diccionario. ¿Será que las palabras son armas? ¿Que se puede matar con los significados?<br />
En cierto modo, sí; como nos muestra el director. Se puede doblegar a las personas; se puede amordazar la conciencia de aquellos que, a pesar de la simplicidad de su vida cotidiana, deciden pensar con libertad y autonomía.<br />
<br />
Es la película de un oficial de policía (vestido siempre de paisano y sin que se vea un arma en toda la película) con el trabajo anodino de seguir un día tras otro a un joven cuya única maldad es fumar porros. El policía viajó de luna de miel al extranjero y sabe que fumar porros no es delito en otros países europeos. Sabe que Rumania acaba de entrar en la Unión Europea y cree -con algo de ingenuidad- que la ley rumana cambiará al respecto.<br />
Su jefe le pide que haga una emboscada para detener al muchacho y él se niega porque no quiere tener sobre la conciencia la vida deshecha de un chaval que hizo algo que dentro de poco dejará de considerarse ilegal.<br />
El jefe es de los que no aceptan un no por respuesta y decide rebatir al protagonista con la fuerza de la palabra. Un diccionario rumano entra de lleno en la escena y se queda para dirigir a los contricantes en una batalla desproporcionada e insólita.<br />
<br />
No puedo describir la escena porque es demasiado interesante, tiene tantos matices y plasma con tanta inteligencia las argumentaciones falsas de los Estados totalitarios que cualquier intento la destrozaría. Además, desvelaría el final de la película.<br />
Así que me conformaré con decir que me encantaría leer alguna entrevista con el director y que espero ver pronto otra película suya.Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-30921604037977827652011-12-07T23:16:00.000+01:002011-12-07T23:16:57.506+01:00El saxo pescadorEran las ocho menos cuarto de la tarde y volvía a casa.<br />
Caminaba por la misma calle por la que vuelvo siempre del centro.<br />
La música procedía del edificio de la esquina, así que imaginé algún joven estudiante saxofonista practicando. Sonreí; me encanta oir ensayar cualquier instrumento: los acordes que se repiten una y otra vez son una especie de ventanas sonoras que me transportan al estado de concentración en que está sumida la persona que toca. Alegran la calle; la enriquecen como si se tratara de la banda sonora de una película; le dan densidad a las pisadas, a los cláxones, a las conversaciones breves e intrascendentes de los encuentros casuales.<br />
<br />
Miré hacia las ventanas del edificio como si pudiera ver las notas saliendo de algún piso. Quizás el segundo, que tenía los cristales entreabiertos; de ninguna manera el tercero, que estaba cerrado a cal y canto.<br />
Sin embargo, según me acercaba, parecía que el músico estuviese sentado en la acera: la música se expandía a ras de suelo.<br />
Pero no había nadie; tan solo una pescadería con la luz apagada y una caja de mejillones abandonada en el mostrador. Pensé que alguien estaría dando clases en la trastienda.<br />
<br />
Finalmente, al doblar la esquina, en el extremo del mostrador, pude ver una escena que me cautivó: sentado en un taburete bajo, casi a la altura del suelo y con la poca luz que entraba por el escaparate, un señor de unos cincuenta años, de brazos robustos y barriga prominente -¿el pescadero, quizás?-, tocaba el saxo.Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-69039880244179407702011-10-30T15:32:00.002+01:002012-01-09T23:14:39.323+01:00La mitad de Óscar<div style="text-align: center;">
<b> </b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZXYjv29UjiqJl3kJH3dRv10CGOR0EmR1_3nto3-HSLzbC4N8gJi4Qqleu9eBhFHlz6fSBIlETLscu8sRlkhvHD1V3HZAe6BeIuh9WQqjDsNeVQuy3w-7uwtc5XKdEHquIPrbxd4xuYEiC/s1600/La_mitad_de_Oscar-710621201-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZXYjv29UjiqJl3kJH3dRv10CGOR0EmR1_3nto3-HSLzbC4N8gJi4Qqleu9eBhFHlz6fSBIlETLscu8sRlkhvHD1V3HZAe6BeIuh9WQqjDsNeVQuy3w-7uwtc5XKdEHquIPrbxd4xuYEiC/s320/La_mitad_de_Oscar-710621201-large.jpg" width="224" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
Manuel Martín Cuenca (España, 2011)</div>
<br />
Esta es una película que disgustará a muchos, pero es realmente valiente y muy personal.<br />
Valiente porque se aparta por completo de lo que el público general, incluso parte del "entendido", espera encontrar en una película.<br />
No tiene banda sonora, o mejor dicho, tiene una banda sonora muy peculiar: el sonido de la vida misma que rodea al protagonista, un vigilante que pasa el día solo custodiando una salina abandonada en Almería.<br />
Pero la soledad, a veces, tiene mucho ruido, como el del viento que sopla en el vacío de la salina y arremete contra el metal de las máquinas oxidadas, como el de los recuerdos indecibles del protagonista que calla y calla y calla... por una poderosa razón que el director nos desvela justo al final.<br />
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La película, según nos cuentan, está hecha en cinemascope para subrayar esa sensación de inmensidad vacía en la que vive el personaje principal. Y la cámara no sólo se preocupa por dar cuenta de una fotografía asombrosa, sino que también se esmera por captar los sonidos del ambiente, a menudo fuera de la imagen visible, pero igual de fundamentales para el desarrollo de la historia. La cámara filma como percibimos los seres humanos: pendientes tanto de lo que vemos como de lo que oímos llegar a nuestras espaldas.<br />
Por eso, no es de extrañar que, en un momento dado, la pantalla se quede a oscuras y permanezca así durante cerca de un minuto. No puedo dejar de admirar a un director con el valor suficiente para dejarnos a oscuras en un arte que suele entenderse como visual.<br />
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La película es lenta hasta rallar la desesperación. El protagonista hace su papel; la hermana, no tanto a mi modo de ver. Pero ambos callan y callan y siguen callando... y la película transcurre sin que entendamos qué es lo que tenemos que entender, qué es lo que nos están contando.<br />
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Sin embargo, el final justifica por completo el silencio de hermano y hermana. Que el final se haya mostrado con mayor o menor acierto puede ser discutible. Pero no es discutible el hecho de que la realidad de estos dos personajes exige un silencio vital que nada podrá romper.<br />
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En resumen, no sé si me gusta o no me gusta la película, pero admiro al director por su valentía y aplaudo tanto su acierto en mostrarnos sin palabras la realidad de los dos hermanos como el hecho de considerar al cine tanto un arte visual como acústico.Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-43241640130069647952011-10-25T00:55:00.001+02:002011-12-07T23:16:07.711+01:00I<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrtBu-n_cDhIrriZOWJI122SSii1HQkG9uTlG6BI45CW4hFn3-mVq40N6_TqdeWPi2FTnOVbbNSKIxeqiudn2GJyk451_sc_iHhLtWHZicu7Alt3TXUSk5qt6fWXTAaNZ4U7g3jmHM8K4w/s1600/lunagr.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrtBu-n_cDhIrriZOWJI122SSii1HQkG9uTlG6BI45CW4hFn3-mVq40N6_TqdeWPi2FTnOVbbNSKIxeqiudn2GJyk451_sc_iHhLtWHZicu7Alt3TXUSk5qt6fWXTAaNZ4U7g3jmHM8K4w/s320/lunagr.jpg" width="320" /></a></div>El cielo de Palencia a las 8:30 horas del sábado 22 de octubre, al lado del parque de juegos infantiles de El Salón.<br />
Me gusta caminar por la ciudad a esas horas. Tiendo a ser noctámbula y no tengo ocasión de disfrutar de los amaneceres, pero el sábado no me quedó más remedio y aproveché para callejear.<br />
Un par de bares abiertos con camareros demasiado despiertos y clientela moribunda; alguna que otra persona paseando al perro; los minicamiones barrenderos cruzando el parque a toda velocidad acompañados por el sonido intermitente de la señal de aviso.<br />
Hace frío pero la ausencia de nubes augura un mediodía caluroso. Los pájaros siguen trinando desde no se sabe qué hora y ya no pararán. Puedo contar las pisadas. Puedo abrir los ojos y mirar el mismo camino con la alegría de volver a verlo.<br />
De repente, las farolas se apagan: todas a la vez. <br />
Cruzo el parque y juego a seguir buscando un bar en el que deleitarme con el siguiente placer: un café con leche en taza grande y con mucha espuma, y un croissant a la plancha.<br />
Sola en el bar con la camarera que comenta el frío de afuera y el calor de la taza. La barra se va llenando de tapas, y yo sonrío viviendo cómo empieza un día más en un pequeño punto del mapamundi.Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6114253352266560069.post-14682238907107542762011-10-13T22:56:00.000+02:002011-10-13T22:56:49.327+02:00ISe fueron danzando los pájaros.... uno a uno.<br />
Una vaporosa nube que asciende y desciende<br />
con la ligereza del viento que la guía.Carmen Hurtado Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/12010407710999825087noreply@blogger.com2