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Mostrando entradas de mayo, 2011

Venta fallida

La vida es un torbellino, Amancio. Si te cuento lo que me acaba de pasar, no te lo crees. Ya; que a ti te cuentan historias todos los días. Sí, sí, pero como ésta seguro que no has oído ninguna. Anda, ponme un coñac a ver si se me pasa el susto. Que estaba vendiéndole una lavadora a una abuela, allá en el barrio de San Esteban, donde está la plaza con la estatua esa tan rara que dicen que se parece a un pájaro. Pues ahí, en la esquina, vive una abuela que la pobre ya casi ni oye ni ve. Le estaba soltando mi discurso, con la vieja encandilada y a punto de firmar, cuando, de repente, no te lo vas a creer, entran dos tipos vestidos de negro por una ventana que da al patio, justo frente a mí, que los vi a través de la puerta de la cocina. El caso es que, antes de que pudiera hacer nada, va uno de ellos y mirándome de frente, se pasa el dedo por la garganta de lado a lado como avisándome de que me va a degollar. Ahí es nada, Amancio. Y yo, plantado al lado del frigorífico, con la abuela d

Hoy es el día

Lucía se levantó esa mañana con un ímpetu inusual. Abrió los ojos saltones sonriéndose a sí misma y riéndose del descuido de haberse acostado anoche con un calcetín verde a rayas en el pie derecho y otro azul celeste en el izquierdo. El descuido abrió una rendija por la que se asomaron los pensamientos obsesivos que la asaltaron ayer al salir de la cocina camino a la habitación para ponerse el pijama. Su rostro se nubló durante un segundo escaso y, al instante, volvió a sonreír con fuerza mientras se apartaba el flequillo que bailaba delante de sus ojos. Ese día –sería la primavera, pensó– era el día perfecto para hacer todo lo que venía postergando desde hace semanas. Lo mejor, se dijo a sí misma, sería comenzar haciendo una lista. Colocó la taza de té rojo y la rebanada de pan integral en la mesita de noche, acercó el ordenador portátil y de un salto se acomodó en la cama con las piernas cruzadas. Bien, decidió, es el momento de aprovechar las ventajas de la tecnología. Abrió el Ou

Las noches del silencio

Soledad es una mulata silenciosa y de andar lento que tiene la piel amarronada aunque sin brillo. Camina a pasitos cortos con las dos piernas muy juntas y, como todo en ella, tiene los pies pequeños y blandos. Mueve los brazos con parsimonia al abrir las ventanas de par en par cada mañana; con cautela, estira el cuello y asoma la cabeza que suele llevar escondida entre los hombros. Los labios finos, los ojos entrecerrados y la nariz como un poroto que intenta abrirse para capturar los perfumes de las mañanas frescas del ecuador del planeta. Sin un estremecimiento visible ni dejar una huella en el entorno, Soledad se deleita a bocanadas como quien se sumerge en la luz lechosa del mediodía. Hoy es un día más en su casa, que habitan tres niños, todos varones, un padre y dos abuelos, el materno y el paterno. Las gallinas en el corral, los pollos también, y la cacatúa, en el salón, junto a la silla de mimbre que los dos abuelos se disputan cuando el padre, su verdadero dueño, se marcha a

Disyuntiva

Salió a caminar con el corazón partido en dos... literalmente. En la esquina de Federico Alcorta e Independencia, medio corazón siguió derecho y el otro medio torció a la izquierda. Ella, mujer de cuarenta años, estado civil soltera y profesión según la época del año, tardó unos segundos en reponerse del dolor como de aguijón que le causó la estampida de su órgano vital. Se quedó varada en la esquina, con el pequeño rostro contraído y los labios finos apretados. Miró en ambas direcciones con los ojos entrecerrados y la esperanza de alcanzar a ver adónde iban sus dos mitades, mientras una neurona se preguntaba por qué justo hoy había decidido salir a pasear sin lentes de contacto. Durante más o menos treinta segundos, como para que nadie comenzara a mirar burlonamente a ese cuerpo detenido en el tráfico fluido de transeúntes, evaluó en qué mitad guardaba los recuerdos más bellos, más felices, más dolorosos y más tristes. En los cinco segundos posteriores tuvo que admitir que los má

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